2008-12-26

La navidad un tiempo de paz y alegría


Como todo tiene su tiempo, llego la navidad y los últimos momentos del año 2008. Con un sentimiento de felicidad y regocijo, está fecha se celebra en todos los hogares unos con comidas, regalos y otros solo con el sentimiento y alegría de pasar una navidad más, junto a un árbol navideño y a un pesebre, donde se refleja el nacimiento del Niño Jesús.

La realidad de la navidad es muy distinta de acuerdo al lugar desde donde se mira, en la Capital, se puede observar niños mendigando a los transeúntes, a los conductores o golpeando de casa en casa y pidiendo un pequeño regalo de navidad, unos les ofrecen caramelos, chocolates o unas pocas monedas, pero este hecho ha sufrido una considerable disminución debido a la campaña realizada por parte del Municipio, no más mendicidad infantil.

Esta campaña viéndole muy ligeramente, se la puede considerar como buena debido a que muchos niños no estarán bajo el frío, el ardiente sol y los peligros que representa estar en la calle por largas horas. Pero haciendo un análisis profundo de la circunstancia, surge un problema que no está a primera vista.

Si ya no hay mendicidad en las calles, ¿Cómo reciben la navidad los niños que hasta un año atrás recibían un regalo en estas fechas? Pero la cosa es todavía más compleja, dentro de esta campaña impulsada por motivos de la navidad, se podía escuchar en los cortos comerciales y hasta observar en los afiches que las personas acudan a lugares destinados para la entrega de donaciones, pero al momento que se lo hace, a mi criterio muy personal, cabe una gran pregunta. ¿Acaso todas las donaciones son entregadas a las personas que más lo necesitan? O ¿Algo de esas donaciones se queda en el camino a la entrega?

En nuestro País y tras tantas situaciones de corrupción que se ha observado en estos últimos tiempos, es necesario saber cómo, cuándo y dónde van a ser las entregas. Es muy difícil poder confiar en la gente a cargo de este trabajo por los siguientes motivos:

1.- No se sabe como realizan la entrega de los productos.
2.- Se desconoce a quién y cómo entregan las cosas.
3.- Que lugares son los favorecidos con estas entregas y porqué se visitan a ellos y no a otros sitios.
4.- La voluntad de la gente solidaria que entrega las donaciones, se ve vulnerada debido a que ellos no pueden elegir qué y cómo dar los presentes.

Entonces después de exponer estas situaciones es necesario plantearse otra pregunta ¿Y los niños de las diversas carreteras y lugares lejanos tienen derecho a recibir la voluntad de la gente o no?

Las cosas no son tan fáciles ni sencilla como parecen, recuerdo en un viaje que hice a Cuenca, hace un año atrás, la situación de los niños de los diversos poblados asentados a lo largo de la carretera, era crítica, unos bebían agua de la cunetas, otros comían a un lado del asfalto lo que la gente les regalaba y hasta familias completas con niños de brazos y recién nacidos se exponían al duro temporal de cada zona, unos con un sol intenso y otros con abundante lluvia. ¿Y en este año las autoridades encargadas del acopio y entrega visitaron esta u otra de las tantas carreteras del País? Y ¿estos niños tuvieron una navidad solidaria?
Estas son cosas que difícilmente se podrán saber con certeza, lo único que podemos esperar es que las donaciones hayan llegado para los que en verdad necesitan de estas y que todos algún día podamos descubrir el verdadero sentido navideño.

Pie de foto: imagen tomada de blogspot

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